Cómo expresarnos adecuadamente al referirnos a las persona con discapacidad

En nuestro país es usual escuchar muchas expresiones y formas de referirse a las personas con apodos que hacen alusión a una característica particular que lo hacen diferente: el cojo, la china, el negro, el ciego, el gordo, etc. Incluso, hay personas que usan estos apodos como una expresión de cariño, por ejemplo: cholito, machucadito, zambo, entre otros, asumiéndolo como una manera normal de tratar a las personas.

Sin embargo, es importante saber que al resaltar las diferencias, promovemos que se continúe “etiquetando” a quienes son diferentes y así mantener una sociedad con discriminación. Por otro lado, a pesar de que muchos se han “acostumbrado” a ser llamados con un apelativo que marca su diferencia; no quiere decir que les guste o no haya afectado de alguna manera su identidad y autoestima. En muchos casos se da por temores, inseguridades, actitudes de rebeldía o resentimiento, agresividad, entre otras manifestaciones propias de quien siente todo el tiempo que es diferenciado de los demás.

Por estas razones, es importante tomar conciencia de cada palabra que decimos y el contexto en que las usamos, para saber el impacto que causaremos a la persona a quien nos referimos y al entorno en el que vivimos.

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