Cuando se denuncia un acto de discriminación, se de ende y visibilizan los problemas reales y profundos con los que deben lidiar las personas.
Solo conociendo la realidad, se consiguen soluciones adecuadas.
Denunciar es un acto de valentía y solidaridad. No importa el miedo o los prejuicios, se denuncia porque es un derecho, contribuyes a que a otras personas no les suceda lo mismo o sepan cómo actuar ante una situación similar y de esta manera, corregir las fallas.
Las personas con discapacidad, día a día enfrentan una serie de barreras u obstáculos para su desenvolvimiento pleno, que va más allá de si la ciudad tiene rampas o si se respeta el asiento preferencial en el transporte público. Por esto, la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) implementó desde 2014, la plataforma virtual del Sistema de Vigilancia (SV), donde se recogen múltiples denuncias de vulneración o violación de los derechos de las personas con discapacidad (PCD) por parte del Estado e instituciones privadas que otorgan servicios públicos. Esto también permite monitorear el cumplimiento de las normas nacionales como la Ley General 29973, Ley General de la Persona con Discapacidad, e internacionales, en especial, la “Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”.
Una vez recibida la denuncia APRODEH, a través de su área legal, guía a las personas sobre los pasos a seguir y, de ser necesario, atiende los procesos legales junto a sus aliados estratégicos. A su vez, la información recolectada pasa a una base de datos que es compartida con las organizaciones sociales e instituciones del Estado y ello nos da luces sobre las principales vulneraciones y permite adoptar medidas que eliminen las barreras que impiden el acceso a diversos servicios, programas, calidad de atención entre otros que requieran las PCD para su óptima inclusión como sujetos de derechos.
