Entre el 17 al 20 de mayo, en la localidad de Accomarca, provincia de Vilcashuaman, región Ayacucho, el Ministerio Público restituyó a los familiares de las víctimas de la Masacre de Accomarca, 80 cuerpos en 79 osarios contenidos en ataúdes, esta diferencia se deba que entre los cuerpos figura una mujer embarazada y un neonato.
El 19 de mayo concluyó la entrega de prendas simbólicas en ataúdes. Por su parte, el pueblo y los familiares se trasladaron a la comunidad de Llocyapampa, lugar donde ocurrió la ejecución de 69 mujeres, ancianos y niños por parte del ejército el 14 de agosto de 1985. Este execrable crimen se realizó bajo las órdenes del entonces jefe del comando político militar de Ayacucho, Wilfredo Mori Orzo, hoy prófugo de la justicia. En la noche, la comunidad realizó una escenificación de los hechos de la masacre y continuó el velorio en la iglesia del pueblo.
El viernes 20 se realizó la entrega oficial de los cuerpos a cargo de la fiscalía. En la ceremonia estuvieron presentes autoridades locales, el primer ministro Aníbal Torres, miembros de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP), representantes de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, entre otros. Posteriormente, se procedió al entierro en el lugar donde antiguamente funcionó la ex base militar. Durante el sepelio los familiares, entre llantos, exigieron justicia.
Reparación, un lugar de memoria, mejora para el pueblo en salud, educación fueron, entre otros, los pedidos de la comunidad de Accomarca a las autoridades.
Para los familiares de las víctimas, esta restitución es considerada “hecha a medias” porque se da recién después de 37 años. Aún faltan cuerpos por encontrar e identificar, algunos de los responsables aún se encuentran libres, las reparaciones no se han hecho efectivas y no cuentan con un lugar de la memoria.
Las instituciones como la CNDDHH y APRODEH seguirán luchando junto con las víctimas hasta que puedan ver que la tan ansiada justicia pueda hacerse realidad.
