Voluntaria de la Unión Europea : Sara Galbiati habla de su experiencia

Era un día de neblina el 18 de junio del 2019, día de mi llegada en Lima para empezar un año de voluntariado con el programa de la Unión Europea Eu Aid Volunteer, acompañada por mi amiga y compañera de aventuras Isabel TrilloAPRODEH (Asociación pro derechos humanos) que estaba encargada de manejar las cuestiones logísticas, nos estaba esperando para darnos la bienvenida.  
Unos días luego conocí la asociación donde iba a pasar este añola asociación Paz y Esperanza. Conocí los compañeros entendí mejor sobre mis actividades, la que más me llamó la atención fue: talleres de Disciplina positiva. 

Unas semanas después empecé la capacitación para poder ser facilitadora de Disciplina Positiva y ahí pude entender mejor de que se trataba este concepto tan misterioso. 
El término “disciplina” tiene origen del latín: “enseñar”. La disciplina positiva entonces significa ensañar a desarrollar una comunicación efectiva para resolver conflicto sin violencia, estableciendo relaciones seguras y de confianza, para que se puedan tomar buenas decisiones en el respeto de todos. La Disciplina Positiva, entonces, es un enfoque y una manera de pensar, que se aprende gradualmente, poco a poco, hasta que se vuelve parte de tu manera de entrar en relación con los demás.  

La mayoría de nosotros empieza el colegio a los 6 años, termina la primaria, pasa a la segundaria y tal vez ingresa a la universidad. Así que, después por los menos 15 años de estudios, cada uno de nosotros está capacitado para poder ejercer su trabajo: quien en una impresa, quien en forma independiente y quien se vuelve un empleado del Estado, según su vocación. 
¿Pero, cuanto estudiamos para hacer el trabajo más importante de todos? ¿Cuántos años de colegio se hacen para aprender a ser madre o padre?

Sara Galbiati, durante un taller de disciplina positiva en el Ojo que LLora (Marzo 2020).

Esas son solo dos de las miles de preguntas que se analizan durante el curso de la Disciplina Positiva que estoy facilitando de 9 meses. 
Los talleres buscan difundir una manera alternativa de educar a las niñas, niños y adolescente según su desarrollo cerebral y físico, para que se pueda construir o fortalecer una relación de confianza que den al hijo/a seguridad, amor y orientaciónEl objetivo es apoyar a los padres, madres y cuidadores de niñas, niños y adolescentes a aprender y manejar las herramientas de la educación positiva para resolver los problemas y las preocupaciones que pueden surgir durante el proceso de crianza: desde el nacimiento hasta la adultez. 
A través de dinámicas y juegos de roles los padres y madres se “ponen en los zapatos” de sus hijos/as, tratando de entender sus pensamientos y emociones.  

Los talleres tienen un impacto positivo en los padres, madres y cuidadores que participan y hacen surgir la promesa y el compromiso de cada uno de seguir difundiendo y ejerciendo esta manera alternativa de criar prescindiendo la violencia, sino en el respeto de los Derechos Humanos. Porque, como dijo la cofundadora de la Disciplina Positiva, Jane Nelsen: “¿De dónde sacamos la absurda idea que para que los niños se porten bien, primero hay que hacerlos sentir mal? 

Artículo escrito por Sara Galbiati,
European Union Aid Volunteer

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