Caso crímines del Comado Rodrigo Franco: Saúl Cantoral Huamaní y Consuelo García

Hechos

Saúl Isaac Cantoral Huamaní, natural de Ayacucho, tenía 42 años, vivía en Nazca, estaba casado y tenía 4 hijos. Se desempeñaba como Secretario General de la Federación de Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, luego de ganar en las elecciones de dicho gremio el 29 de enero de 1987

Consuelo Trinidad García Martínez, natural de Trujillo, estudió en la Universidad Guzmán y Valle, “La Cantuta”. Fue fundadora del “Centro de Mujeres Filomena TomairaPacsi”, organización que brindaba asistencia a las mujeres de los trabajadores mineros, en la que trabajó hasta el día de su muerte. En el desarrollo de esas actividades conoció a Saúl Cantoral Huamaní. Era militante del partido Unión Democrática Popular. Como consecuencia de las huelgas convocadas por la Federación Nacional de Trabajadores, Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, Saúl Cantoral, había sido amenazado de muerte en diversas oportunidades a través de notas y llamadas al local de la Federación, realizadas por el Comando Rodrigo Franco. Anteriormente, el 9 de agosto de 1988, cerca del hostal donde se alojaba, dos sujetos armados lo secuestraron por espacio de ocho horas. Días antes de su muerte, el 6 de febrero de 1989, Saúl Cantoral fue abordado nuevamente en las inmediaciones de su hostal, que estaba ubicado en el Centro de Lima. Dos sujetos de raza blanca lo interceptaron apuntándole con un arma. Lo amenazaron de muerte y se fueron en un vehículo. Según Saúl Cantoral, los sujetos se habían identificado como miembros del Comando.La mañana del 13 de febrero de 1989, el Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos Sindicalizados del Perú, Saúl Cantoral Huamaní, llegó a Lima procedente de Nazca en compañía de otros dirigentes mineros y se reunió con varios líderes de su gremio en el local de la Federación Minera ubicado cerca al Parque Universitario. Luego regresó a su hostal, alrededor de las 6 pm. En esas circunstancias, recibió una llamada de su secretaria indicándole que había olvidado un sobre en el local de la Federación, por lo que decidió regresar para recogerlo. A la salida del local minero, se encontró con Consuelo García Martínez con quien se dirigió al distrito de Breña en busca de una amiga suya que tramitaba pasaportes con celeridad pues debía viajar a un evento Nacional de minería. Aproximadamente a las 8.10 p.m. salieron de la casa de la amiga de Consuelo García, y desde ese momento nadie más los volvió a ver con vida. Alrededor de las 11.00 p.m. del mismo día 13 de febrero de 1989, el patrullero Nº 657 de la Policía, al mando del Sargento Dionisio Castro, observó un cuerpo tirado boca abajo en las inmediaciones del Parque Zonal Huiracocha en Canto Grande. El cadáver tenía varias heridas de bala. Al costado del cuerpo había una cartulina celeste en la que figuraba la hoz y el martillo y en la que estaba escrito: “Perro soplón, vendido, viva la huelga minera, viva el PCP”. A pocos metros del cuerpo, encontraron también el cadáver de una mujer, que yacía boca abajo con el cráneo totalmente destrozado. Se calculó que la muerte se habría producido a las 9.30 p.m.Las investigaciones periodísticas de la época responsabilizarían de estos lamentables hechos a los integrantes del denominado Comando Rodrigo Franco. Años posteriores, las investigaciones de la Comisión Herrera del congreso de la Republica y de la CVR corroborarían la existencia de comando, así como su participación en las muertes de las víctimas

 

Ruta judicial

Apenas producidos los hechos, la Décimo Quinta Fiscalía Provincial Penal de Lima dio inicio la investigación. El 15 de junio de 1989, esta fiscalía remitió el caso a la Trigésima Sexta Fiscalía Provincial de Lima y desde ese momento el caso pasó por 8 Fiscalías Provinciales sin que ninguna formalice denuncia contra persona alguna.En el 2003 la Fiscalía de la Nación recibió la denuncia presentada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), donde un testigo reservado indicó que los responsables del crimen pertenecían al comando Rodrigo Franco. Ante ello, la Fiscalía Especializada para Desapariciones Forzadas, Ejecuciones Extrajudiciales y Exhumación de Fosas Clandestinas dispuso abrir investigación el 5 de enero de 2004.

En el 2006, se realizaron las exhumaciones a Saúl Cantoral y Consuelo García ya que las que se practicaron apenas ocurridos los sucesos, desaparecieron. Los resultados confirmaron orificios de entrada y salida de proyectiles en el cráneo de las víctimas.En el 2007 la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia donde responsabilizó al Estado Peruano de la violación del derecho a la vida, derecho a la integridad personal, derecho a la libertad personal y derecho a la libertad de asociación en perjuicio de Saúl Cantoral y Consuelo García. La Segunda Fiscalía Supraprovincial formaliza una denuncia contra los miembros del comando Rodrigo Franco.El caso fue visto por el Cuarto Juzgado Supraprovincial, pasando luego ante la Sala Penal Nacional, cuyo inicio de Juicio Oral fue programado para este 27 de mayo de 2013, sin embargo, en octubre del 2014 dicho juicio se “quebró” debido a la inasistencia de una de las magistradas.

A finales de febrero del 2015 se reprogramó el inicio de un nuevo juicio oral, el mismo que no ha comenzado debido a la recusación que planteamos contra la magistrada Bendezú Gómez. Hasta julio del 2015 no se había resuelto dicho pedido.

Scroll to Top