Cumplimos 39 años luchando por los derechos humanos de todos y todas

Un 12 de septiembre de 1983 se fundó Aprodeh, una asociación de activistas que no se podía quedar con los brazos cruzados frente a la barbarie que sufría nuestro país, en especial la actual región de Ayacucho y otras zonas declaradas en emergencia. En ese momento estaban por un lado sendero luminoso amenazando, atentando y asesinando autoridades y líderes sindicales; y por otro, decenas de personas, estudiantes, profesores campesinos, muchos menores de edad, eran secuestrados y desaparecidos por las fuerzas del orden, algunos aparecían con vida, pero con huellas de terribles torturas.

Desde ese momento, nuestro compromiso por la defensa de la vida, integridad y libertad fue el centro de nuestro trabajo, denunciando, asesorando y acompañando a las familias y víctimas por el largo camino de la búsqueda de justicia. Nuestra presencia en Accomarca, Cayara, Huamanga, Chuschi, Huancapi entre otros, dan cuenta de este acompañamiento.

Han sido centenares de personas acusadas injustamente de terrorismo a las que defendimos y por ello obtuvimos su libertad. Entre ellos, líderes de Izquierda Unida, dirigentes sindicales y pobladores, quienes por oponerse al movimiento terrorista Sendero Luminoso o a prácticas explotadoras de alguna patronal, se les incriminó injustamente.

Derrotamos junto con el movimiento de derechos humanos, las oprobiosas leyes de amnistía que pretendieron sepultar la verdad y garantizar impunidad, en su lugar se logró el desmantelamiento juicio y condena a todo un aparato creado para la muerte, incluyendo la condena de su líder el expresidente Alberto Fujimori. De igual manera se ha logrado condenas para diversos violadores de derechos humanos. Defendemos la memoria así como los espacios que la dignifican.

Ante los sistemas supranacionales se lograron sentencias importantes para lograr justicia, dignificación de las víctimas y políticas públicas en favor de la búsqueda de los desaparecidos.

Nuestra apuesta por una comisión de la verdad y el trabajo de esta, dio a luz a un informe que permitió conocer la intensidad de la barbarie que habíamos vivido desde 1980 al 2000. La batalla por democracia, justicia, reparación y memoria no ha concluido, pero nuevas batallas se viene desarrollando y se asumen desde nuestras oficinas en Ayacucho, Abancay Huancavelica y Lima con la misma convicción para derrotar la violencia y cultura machista, apoyar el derecho a defender la tierra y el territorio,  contra la criminalización de los defensores de derechos, por el derecho de los pueblo a vivir en un medio ambiente sano con seguridad alimentaria, así como el derecho a la protesta sin que esto cueste la vida.

Sin lugar a duda en estos 39 años, han existido intentos de desprestigiarnos, señalarnos, estigmatizarnos, pero la convicción y apego a nuestros ideales han estado por encima de todo intento.

Desde aquel colectivo en 1983 liderado por Pancho Soberón, a hoy en 2022, la familia aprodina y la que identifica con nuestra labor ha crecido, por ello, a todos y todas les pedimos abrazarnos por estos 39 años.

Aprodeh sigue en el compromiso por lograr una sociedad con justicia, equidad, derechos y memoria.

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